Pobre juventud actual que no tiene otra cosa que revindicar mas que el botellon. O por lo menos eso es lo que nos venden los medios de "desinformacion". Sin embargo, estos mismos medios despliegan todo su aparato tecnico y humano para cubrir el evento mejor que cualquier otra manifestacion social o cultural que se produzca. Anuncios previos, conexiones en directo, sesudas tertulias canosas, resumenes de las mejores jugadas... Y claro, todo eso lo usan los capullos de siempre para hacerse notar. Porque de toda la gente que se juntara para trasegar litros y litros, solo una reducida parte se dedico a quemar contenedores, formar barricadas, asaltar comercios y enfrentarse con la policia. Pero eso es lo que vende en ese mercado actual que son los medios de "desinformacion".

Lo del botellon no es nuevo, seamos sinceros. Todos hemos tenido una edad en la cual el bolsillo no te permite festejar en los locales o mejor dicho consumir, porque entrar si entrabamos. Eran las tardes de litro de cerveza, calimocho o lo que fuera en la mano y charla continua en la calle, enfrente de la bodega. Y de esto, en mi caso, hace mas de veinte años. Y luego, si quedaba dinero, a dar una vuelta por el centro y a hacernos unos ultimos "tapones" por ahi. Y todo ello no me ha llevado a ser alcoholico. No mas alcoholico que los adultos que veiamos/vemos en las fiestas (bodas-bautizos-comuniones, moros y cristianos, hogueras...) y que eran algo "normal" y aceptado socialmente.

Ahora, con los precios (abusivos) que tienen las copas en los locales, es comprensible que la gente prefiera juntarse, previo paso por el supermercado, a beber con los amigos en cualquier plaza o aparcamiento o donde te dejen. Eso si, reconozco que deberia haber un poco mas de conciencia civica en cuanto a "dejar el sitio mejor de como te lo has encontrado", y en no molestar a los vecinos. Para ello, antes que criminalizar al que bebe por la calle, se deberian crear zonas alejadas de las viviendas donde "botellonear" sin molestar a nadie.

Por todo ello, revindico el derecho de reunion, con una copa en la mano.